jueves, 28 de febrero de 2013

¿QUE TOMAMOS CUANDO SALIMOS?

¿Por qué los jóvenes consumimos sustancias? ¿Quiénes nos han enseñado a consumir en fiestas? ¿Por qué es divertido consumir? ¿Qué se puede hacer para divertirse y no consumir? 

Las diferentes sustancias, en importantes sectores de la juventud, se han convertido en "instrumentos de consumo" que actúan como facilitadores del logro de los estados de ánimo que, de modo estereotipado, se esperan como los adecuados en el contexto de diversión del fin de semana. 

La asociación entre el consumo de drogas, en especial del alcohol, y la diversión ha ido calando entre los jóvenes, hasta convertir el consumo de estas sustancias en un elemento básico de la cultura juvenil y de sus formas de ocio. Ruptura con la dinámica cotidiana, liberación y "descontrol".  

La Asociación de Técnicos para el Desarrollo de Programas Sociales, ADES, indica un perfil de adolescentes jóvenes consumidores de drogas recreacionales.  

  • Sujetos que se inician en el consumo de drogas a edades tempranas.
  • Adolescentes más o menos estructurados que realizan alguna actividad normalizada
  • Conviven y dependen de su familia
  •  Realizan un uso social de las sustancias
  • Su consumo está ligado a sus contextos de ocio, a su manera de divertirse y al grupo
  • Consumo centrado en el fin de semana que busca acompañar y ampliar sus actividades recreativas en este periodo de tiempo.
  • La mayoría son policonsumidores, es decir, realizan un consumo simultáneo de varias sustancia, pero sobre todo de alcohol, tabaco y cannabis y en mucha menor medida estimulantes.
  • Con poca percepción de riesgo de las sustancias que toman 
  • Percepción de control del consumo al tratarse de un uso centrado en el fin de semana y no diario
  • Percepción del uso de drogas como masivo y algo muy extendido en su generación.
 El modelo de ocupación del ocio nocturno consumista, comercial, pasivo y poco enriquecedor, dominante en nuestra sociedad, está muy implantado en amplios sectores de jóvenes. Se trata de un modelo cultural muy extendido y por eso mismo "hincar el diente" a este fenómeno no resulta fácil y requiere propuestas novedosas y sugerentes.

En mi humilde opinión, necesitamos que la sociedad y nuestras familias, nos ofrezcan alternativas que nos liberen y nos evadan, sin necesidad de tener que consumir sustancias que nos puedan truncar nuestro futuro. Somo jóvenes y además de obligaciones, necesitamos divertirnos... y pedimos a gritos cada fin de semana, que nos ofrezcan alternativas asequibles, que nos permitan desarrollarnos socialmente con nuestros iguales, sin sustancias.



 Olga García

jueves, 21 de febrero de 2013

NOMOFOBIA: ADICCION AL TELEFONO MOVIL

Talvez no has oído hablar de esta palabra, pero si que has experimentado en primera persona la ansiedad que te genera olvidarte el móvil en casa. Parece mentira que muchos hayamos vivido años sin estos aparatos y ahora estemos casi perdidos si se nos estropea, lo perdemos, lo olvidamos en casa o, simplemente se queda sin batería, Tanto, que los expertos hablan ya de esta nueva patología, que afecta a todos aquellos que pueden llegar a sentir ansiedad por sentirse desconectados del resto del mundo.

Estamos, pues, ante un nuevo trastorno del comportamiento, definido como el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil. El término es una abreviatura de la expresión inglesa "no-mobile.phone phobia". Un problema, que según investigaciones realizadas por el Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad afecta a casi el 53% de los usuarios de teléfonos móviles, que reconocen sentir ansiedad cuando "pierden su teléfono móvil, se les agota la batería, el saldo, o no tienen cobertura en la red.

El padecimiento procede de un hecho bien conocido: el 96% de los españoles tiene móvil, el 33% de los españoles navega por Internet a través de su teléfono y casi 10 millones de españoles utilizan Whatsapp para enviar mensajes o fotos.

Salir a la calle sin móvil puede crear inestabilidad, agresividad y dificultades de concentración (síntomas típicos de los trastornos de ansiedad). Suele estar acompañada de síntomas tales como malestar general, hipervigilancia, inquietud, temor a estar desconectado o aislado: sentir que el teléfono o las conversaciones mantenidas generan tranquilidad, comprobación constante te la recepción de mensajes, mails y visitas a las aplicaciones de redes sociales, consulta permanente de noticias, preocupación desmedida por lo que pudiera suceder si la persona no está conectada, crisis de pánico, agorafobia.

Los jóvenes de entre 18 y 24 años son los más propensos a padecer nomofobia. Dentro de este rango, el 8% de los universitarios padecen este problema.

Este padecimiento creció el 13% en los últimos cuatro años, debido a que cada vez son más los consumidores que se ven atados a sus teléfonos inteligentes y que la tecnología es cada vez más accesible y económica.

Rocío Gay

jueves, 14 de febrero de 2013

EN EL AMOR Y EN LAS DROGAS

Las drogas, todas las drogas, presentan una doble cara. Primero aparecen con la imagen positiva, favorable y que tanto atrae a jóvenes y mayores. Posteriormente, esa cara desaparece. Rápidamente las drogas empiezan a mostrarse tal como son: dolor, problemas, infelicidad y múltiples trastornos.

En esta dualidad que las drogas presentan reside parte de la potencial dificultad para evitar que nuevas personas las consuman y abusen de ellas. Si desde al principio, la cara imperante fuera la negativa, el atractivo y mística que rodea el mundo de las drogas desaparecería.

En muchos sentidos el proceso de adicción ha sido comparado con el de entablar una relación; pero en este caso se trataría de una relación desdichada. A medida que atravesamos las sucesivas etapas, el compromiso se intensifica y la influjo que ejerce sobre el adicto se vuelve más fuerte.

Enamoramiento
Si el primer contacto con las drogas ha sido agradable, se produce un enamoramiento y una atracción apasionada de volver a consumir. Esta percepción distorsionada provoca emoción o euforia lo que hace que aumente la probabilidad de repetir las conducta de consumo. Se produce un cambio en el estado de ánimo que genera encandilamiento al igual que cuando uno se enamora.
  
Luna de miel  
 Al aprender en la etapa anterior que es posible obtener alivio o placer a través de la sustancia o conducta la persona puede verse impulsada a recurrir a ella como método de afrontamiento. Durante esta fase, el futuro adicto experimenta todas las gratificaciones y ninguna de las consecuencias negativas: siente que ejerce control, que la actividad es inofensiva y que él la merece.

Traición  
Lo que uno experimenta durante la luna de miel no tarda mucho en desaparecer y con el paso del tiempo es traicionado. Así, además del deterioro en las principales facetas de la vida, es muy probable que el adicto hace cosas que normalmente no haría para mantener su adicción. La traición es real y el declive comienza.

En la ruina 
 Ahora el adicto debe consumir cada vez más para preservar los efectos positivos de la adicción y evitar los negativos. Está desarrollando tolerancia. La adicción sigue manteniéndose como estilo de afrontamiento con lo que los problemas lejos de resolverse se acrecientan más.


Aprisionados
El adicto llega a un estado de desesperación en su relación con la sustancia o actividad adictiva, dejando de lado todo lo demás. Se comporta de manera cada vez más impulsiva e incontrolada, preso de su adicción. Esta etapa de la relación es un descenso a la desesperación. El servilismo ante las drogas no permite tregua y esta espiral tiende a autoperpetuarse, a menos que suceda algo que la detenga. El retorno, no obstante existe, aunque sea un proceso también duro y difícil. 


                                                                                                                                   Rocío Gay 

viernes, 8 de febrero de 2013

APOCALIPSIS ZOMBIE Y LAS SALES DE BAÑO

Vivimos en un mundo global y como tal nos enteramos en segundos de lo que pasa al otro lado del mundo pero esta globalidad también nos permite estar al corriente de las modas y costumbres de otros países y adoptarlos como propios por ese motivo conviene conocer que costumbres arraigan en otras naciones para que estemos preparados cuando lleguen a España. Por este motivo hoy desde COLOKATE vamos a hablaros de la última moda en consumo de drogas en Estados Unidos las "sales de baño". 

Esta droga tiene unos efectos parecidos al LSD y se presenta en forma de polvo, es por esto que se la llama "sales de baño". El consumo de esta droga se ha disparado en Norteamérica pasando de 304 ingresos hospitalarios por su consumo en 2010 a los 6.000 registrados en 2011. Las posibles razones de este aumento tan repentino son su bajo coste y la posibilidad de adquirirla en cualquier gasolinera o tienda 24 horas, ya que su venta es legal. 

Los efectos más evidentes que pueden aparecer tras su consumo son: delirio extremo, falta de control sobre las emociones y el propio cuerpo, aumento desmedido de la temperatura corporal y un estado de absoluta confusión. Además de sensación de invencibilidad, posesión de poderes extraños, paranoia extrema, violencia y alucinaciones.

Esta droga se considera la causa de lo que se ha dado a llamar "Apocalipsis Zombie" más como recurso literario que como realidad todo se dicho. Este denominación esta motivada por los múltiples casos aparecidos en el país americano de personas "colocadas" con esta droga que desnudas y con un derroche de ira irrefrenable han atacado a otra persona y han comenzado a devorarla. En algunos de estos casos la policía se ha visto obligada a abatir al atacante por la incapacidad para separarlo de su víctima. 

Aunque los indicios parecen claros aún hay algo de reticencia a relacionar estos casos con el consumo de "sales de baño". En cualquier nuestra labor es comentar estos datos para que conozcáis las posibles consecuencias de su consumo y como os puede afectar. Vosotros decidís aunque la verdad no parece una droga demasiado apetecible.
Pedro Cortés

viernes, 1 de febrero de 2013

CURIOSIDADES EN LA HISTORIA DE LAS DROGAS: LAS ANFETAMINAS

Las anfetaminas estimulan el Sistema Nervioso Central. Se presentan en forma de pastillas o cápsulas de diferentes formas y colores. Entre sus efectos psicológicos están: agitación, euforia, sensación de autoestima aumentada, verborrea y alerta constante. Entre los fisiológicos: falta de apetito, taquicardia, insomnio, sequedad de boca y sudoración.

La historia de esta droga se inicia en los años 20. Los primeros en experimentar con ella fueron los militares de varias naciones, especialmente la fuerza aérea, para reducir la fatiga y aumentar la alerta en soldados.

Aunque no lo creáis, nuestros abuelos ya tenían acceso a estas sustancias, siendo usada con fines farmacoterapéuticos. Se comprobó que la anfetamina elevaba la presión sanguínea, contraía los vasos y dilataba los sacos bronquiales. Por esto, se comercializó como inhalador para personas con problemas pulmonares, la Benzedrina. Además también sería usadas para fines tan variados como la narcolepsia, la obesidad, la depresión, el TDAH en niños y adultos y la rehabilitación de alcohólicos y drogadictos. Durante estos años se podía acceder a esta droga en cualquier farmacia.

Después de la Guerra Civil surge un uso masivo y generalizado de anfetaminas, conocidas internacionalmente como "la droga española" por lo fácil que era esta droga de adquirir en nuestro país.

Tras la muerte de Franco, se crea una red clandestina de tráfico de drogas vinculada a grupos sociales marginados y sectores de ciudadanos de ámbito geográfico perjudicado por las reconversiones industriales y económicas.

En los 80 esta sustancia se vende de manera ilegal pero ya como estimulante. La dispensación indiscriminada del producto, unida la desconocimiento público respecto a sus peligros potenciales y la ausencia de un sistema idóneo de vigilancia, desencadenó abuso y adicción. Esto supuso un retroceso en el uso de esta droga con fines farmacológicos.

Actualmente las anfetaminas tienen un carácter recreativo, asociado a jóvenes y largas noches de fiesta sin dormir. Además son muchos los adolescentes y ejecutivos que las toman con la finalidad de mejorar su rendimiento académico y laboral. Sabemos que la toma de grandes cantidades son muy perjudiciales para la salud tanto física como mental, pero debemos conocer que en dosis controladas por médicos, sus efectos son beneficiosos en déficit de atención.

Esta sustancia no debe administrarse con el fin de aldelgazar. Es cierto que uno de sus efectos es la pérdida de apetito, pero un uso combinado de las mismas para tal fin nos puede salir muy caro. Así que lo mejor es recurrir a la dieta mediterránea y el ejercicio.

En este recorrido vemos como el inicio de algo inocente en beneficio de todos, se convierte en un monstruo de colorines que ataca a todos aquellos que eligen el camino fácil.
Rocío Gay